domingo, 25 de noviembre de 2007

La caverna

La novela de José SARAMAGO, La Caverna, relata la historia de un alfarero, Cipriano Algor, su hija y su yerno, Marta y Marcial. Cipriano, se queda sin trabajo porque el Centro ya no necesita sus piezas de barro, ya que la gente ya no las quiere. Entonces empezará una lucha por conseguir que su horno no quede en reposo para siempre y deciden hacer algo innovador, moldear estatuas, pero que también serán rechazadas por el Centro por no ser aquello que la gente busca. Con lo cual, los tres personajes ya nombrados deben irse al Centro a vivir, además de que Marta está embarazada, y Cipriano abandona a Encontrado, su fiel perro, con su amada Isaura. Al final, Cipriano se da cuenta que prefiere vivir feliz y con pocos recursos, que infeliz y con todos los placeres del mundo, y regresa al pueblo, se deshace las estatuas restantes que lo martirizaban y se queda feliz con Isaura y Encontrado.


Este libro muestra una acusadora crítica de la sociedad actual creada por unos pocos, que no hacen más que bombardearnos con anuncios publicitarios intentando convencerte de aquello que necesitas para vivir feliz. Esto es, el Centro que es una ciudad dentro de otra ciudad incluida en un gran edificio, una ciudad futurista y esclavista, y en eso precisamente es en lo que nos estamos convirtiendo.


El Centro es aquel que te controla y te dice qué debes y qué has de hacer, cómo has de ser para ser aceptado en su sociedad, es aquel que te dice que tienen el poder de hacerte feliz, como por ejemplo cuando Cipriano lee los carteles en la entrada del Centro, como intenta seducir con palabras bonitas para beneficiarse de los que caen en sus redes. El Centro convence para aprovecharse de los ignorantes, con lo cual intentan hacerte ignorante. Un ejemplo gracioso es, cuando Algor entra en una máquina que simula efectos ambientales como el calor de sol, la lluvia, el viento, la nieve..., y cuando salen todos éste dice que ha estado bien, pero sentirlo en la naturaleza es mucho mejor y los que lo escuchan se oponen a su comentario contradiciéndolo. Aquí vemos la ignorancia de ser humano, somos cómodos y nos gusta que nos lo den todo hecho, pero esto va en contra natura. Esto nos va destruyendo interiormente, la ignorancia es nuestro detonador.


Saramago, también nos dice, aunque secundariamente, que a las personas nos gusta sentirnos escuchadas, pero a veces tenemos miedo de que pensará el confesor, Cipriano se confesa con Encontrado, porque es un perro y no va a reprocharle nada. Más tarde, cuando viajan al Centro, la familia pierde comunicación y la felicidad mengua por momentos, no es vida lo que están sufriendo, es esclavitud por parte de Centro.


Al finalizar, una vez encontrada la caverna donde encuentra personas encadenadas y restos de algo parecido a una hoguera, que simboliza La caverna de PLATÓN, Cipriano se da cuenta de que esos seres son ellos mismos, los que viven en el Centro y la caverna es el propio Centro. Con lo cual ellos son los prisioneros que el Centro ha creado y se marcha feliz por haber solucionado su angustia y vivir con quien y donde realmente desea, con Isaura, su amada, Encontrado, su perro y el pueblo, su libertad. Es irónico como el Centro se aprovecha de la Caverna, esto nos da ha entender que aunque Cipriano haya visto la esclavitud, el Centro ve beneficios a costa de sus prisioneros.


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